Los dos caminos

Venezuela ya pasó el punto de quiebre. No solo se dio el previsible y lógico fracaso del socialismo, que ha entrado en la etapa de tierra arrasada, en una guerra declarada contra el pueblo que dice defender, pero que se le debe someter a la  nomenklatura, o perecer. También es evidente la agonía de un modelo balurdo de hacer política. El de los partidos clientelares, que confiscan al ciudadano sus derechos políticos, al erigirse en «únicos gestores autorizados». Estos dos bates quebraos animan la fiesta del camino ancho. ¿Qué nos espera en el camino estrecho y empinado?